Virginia Gurza Ayón
16 de marzo de 1954 – 11 de diciembre de 2022
Discípula y representante en México del Muy Venerable Ajahn Tong de Tailandia, con quien aprendió la meditación Vipassana en el año 1984, fue ordenada monja budista, tomó los hábitos que le fueron impuestos por el Ven. Ajahn tong, reglas de disciplina que normalmente se imponen sólo a los monjes, como comer una sola vez al día y salir caminando con un tazón a mendigar su comida (vindavar). Viajó periódicamente a Tailandia para realizar retiros de entre 3 y 6 meses, así como para estudiar los textos budistas como el Abhidhamma, parte importante del Canon Pali.
En 1984, decidió hacer un viaje largo por la India y Nepal en búsqueda de su camino espiritual, visitó diferentes Ashrams y conoció distintos maestros, al no encontrar lo que buscaba abandonó a idea y se dedicó a pasear sin rumbo, así fue como llegó a Tailandia, donde conoció al Ven. Ajahn Tong Sirimangalo, ahí fue su primer encuentro con la meditación Vipassana y realizó su primer retiro, el cual inicialmente sería de 28 días, pero se convirtieorn en 3 meses.
Aquel viaje cambió el resto de su vida: “En la primera ocasión que llegué al monasterio de mi maestro en Chaingmai, al norte de Tailandia, un monje me explicó que ahí se enseñaba la meditación Vipassana, una meditación budista eminentemente práctica. Le dije que yo no era budista, – ‘No importa’ – me respondió- ‘no tienes que ser budista para practicar esta meditación’. A la mañana siguiente conocí al Muy Venerable Ajahn Tong, mi maestro en las enseñanzas del Buda. Su forma amorosa de ser, me hizo entender la verdadera dimensión de la palabra humildad; detrás de todos sus actos y palabras alcancé a percibir la grandeza de su bondad y compasión sin límites. Él quería mostrarme el camino por el cual cesa todo sufrimiento”.
“Después de estas experiencias memorables, caí en la cuenta de la trascendencia de la práctica y de su utilidad para todo aquel que buscaba la paz interior. Supe entonces que había que compartir con otras personas la poderosa herramienta de trabajo interior con la que me había encontrado, así que le pedí a mi bondadosos maestro que viajara a México para impartir las enseñanzas del Buda. Recuerdo que le pregunté – Maestro, ¿cuántas personas debo reunir como mínimo para que valga la pena el viaje?. El Venerable me contestó. – Con una que tome la práctica mi viaje valdrá oro, ya que se enciende una luz. Unos meses después las enseñanzas del budismo Theravada se impartieron por primera vez en México”.
Rápidamente el Venerable Ajahn Tong Sirimangalo la adoptó como su discípula. Aquel acto sembró la semilla para que el Buddhismo Theravada llegara por primera vez a México. A su regreso de Tailandia, Vicky organizó la primera visita de su maestro, quien en 1985 dirigió el primer retiro de meditación para un grupo de 35 personas durante 40 días.
Para 1989, durante la segunda visita de su maestro a México, Vicky recibió el nombre de Chakkaratani “La joya de la Enseñanza” y con ella el reconocimiento y autorización para impartir retiros de meditación Vipassana, como su representante.
Chakkaratani difundió estas enseñanzas por más de 30 años, a través de su trabajo como guía y fundadora de la Casa de Meditación Vipassana; como representante de la Comunidad Buddhista ante el Consejo Interreligioso de México del 2003 a 2005; Consejera del Instituto de lo Sagrado Luz sobre Luz, dedicado a promover la cultura de aprecio a la diversidad religiosa. Cede para América Latina del Círculo de Hacedores de Paz, capítulo de la “Peace Maker Comunity”; miembro fundadora del grupo interreligioso Tradiciones en Armonía (TEA) que se instituye con motivo del Congreso Internacional de Salud Mental llevado a cabo en 1991. Fundadora y editora responsable de la revista En tiempo presente, una publicación trimestral gratuita enfocada en la expansión de la consciencia en México. Además de su labor como coordinadora y anfitriona de múltiples visitas de la Sangha Theravada a México, entre las que se incluye la visita de reconocidos maestros como Bhante Gunaratana, Ajahn Tong Sirimangado, Ajahn Suphan, Thanat Chindaporn, entre otros.
Su trabajo le mereció múltiples reconocimientos entre los que se encuentra el otorgado por La Princesa Maha Chakri Sirindhorn de Tailandia, quien en el 2012 le entregó el “Sao Sema Dhammacakka” (El Pilar de Oro del Dhamma) en el Palacio Bhubing en Bangkok, por Diseminar las Enseñanzas del Buddha Internacionalmente; en el 2015 recibió el Premio de Honor “Benefactor del Budhismo” otorgado por el Comité de la Orden de la Sangha de la Provincia de Chiangmai, en Tailandia, premio que se entrega a distinguidos promotores del budismo por apoyar y diseminar las Enseñanzas del Buda en el extranjero, a partir de ese momento los practicantes nos referimos a ella como Khun Chakkaratani, como señal de respeto.
Todo lo anterior siempre vino acompañado de una intensa práctica meditativa, que incluyó su ordenación temporal como Meshi (monja buddhista) en los años 1991, 1994 y, finalmente en diciembre del 2019, año en que acompañada de sus alumnos viajó a Tailandia donde, sin saberlo, recibió la última enseñanza de su amado maestro, horas más tarde el Muy Venerable Ajahn Tong Sirimangalo dejó su cuerpo físico.
En el año 2021 Khun Chakkaratani impartió por última vez un retiro de 20 días en Cuernavaca Morelos, acompañada de sus alumnos e instructores.
Falleció el 11 de diciembre de 2022 en la Ciudad de México,